Lo loco es el tema de los códigos familiares, éste es sólo un ejemplo de tantos que hay, tantos códigos como familias. Cada casa es un mundo, dicen por ahí...
La Abuela se refería con estos pronombres demostrativos a nosotros y bien sabíamos todos a quien estaba nombrando...
A quienes no veía habitualmente no. Y, a los que no correspondían a descendencia directa, creo que por pudoroso respeto los mencionaba por su nombre.
La excepción (siempre hay una), fue el socio de mi papá de ese entonces... Parentesco? ninguno! (entonces qué tendrá que ver, no?) pero bué, ahí estaba y también él ligó pronombre.
Creo que recibí tanto amor y paciencia de mi Abue y de mi tía (LA tía) en mi niñez que todavía hoy (y creo que siempre) me regocijo, divierto y aprendo...No sé..., fueron y son las mamás que me dió la vida cuando tuvo que llevarse a la mía.